jueves, 24 de enero de 2008

Bien analizada, la política es una fábula imaginada por los gobiernos para adormecer a sus gobernados

Sólo hay dos palancas que mueven a los hombres: el miedo y el interés

Con estas frases de Napoleón Bonaparte vamos a ilustrar esta foto (la imagen del día) publicada hace escasos minutos por todas las ediciones digitales de periódicos del mundo. Se trata de la enésima crisis que vive el gobierno italiano (dios, llevan así desde el fin de la II Guerra Mundial) y que puede acabar hoy mismo con la decapitación de su ejecutivo. En la foto, uno de los senadores se desvanece después de que otro de los representantes de la Cámara Alta le agrediese, le escupiese a la cara y le llamara cornudo. Las personas podemos lamentarnos de aquellas cosas que pueden acarrearnos perjuicios, remordimientos, sentimientos de culpa... actitudes en definitiva contrarias a los intereses generales. Pero uno no puede lamentar haber cometido un crimen, simplemente NO ha de cometerlo. Los representantes de la voluntad popular no pueden convertir la sede de esa soberanía en un ring de boxeo, simplemente NO han sido elegidos para ello. Acaso ha sido el miedo (a perder la poltrona) o el interés (por llegar a ella) lo que ha provocado este terrible insulto a la democracia? En España es impensable, tenemos otra forma de hacer las cosas (pero sólo la forma, el contenido, el miedo y el interés es exactamente el mismo en todas partes). Para terminar voy a citar otra frase:

El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas a las que sí interesa (Arnold J. Toynbee)

Despertemos conciencias. Participemos.

Tiramisú y Carbonara



Acabo de leer el blog de una de mis colegas (futuro premio Planeta o algo así, si no al tiempo) y nos recomienda a los lectores un rosario de canciones "tiramisú", osea, de esas que le levantan la moral. Yo lo que os voy a dar es la receta del más famoso de los postres italianos, al menos como yo lo hago y que, dicho sea de paso, ha tenido su éxito. El nombre, tira-mi-sú, quiere decir en español literal tira-de mí-hacia arriba, y en español coloquial vendría a ser algo así como anímame. Y es que el ingrediente fuerte es el café sólo y cargado como sólo en Italia lo ponen. Comenzamos:
Dos paquetes de sobaos pasiegos
500 gr de queso mascarpone
cacao amargo
1 taza y media de café cargado a temperatura ambiente
un chorro de ron o marsala
100 gramos de azúcar
Disponemos una capa de sobaos en una bandeja y los bañamos (no empapar) con el café al que le hemos agregado el ron o el marsala. Batimos el mascarpone con el azúcar hasta obtener una mezcla ligera y homogénea (los italianos le añaden 4 yemas de huevo, yo nanai que me da yuyu la salmonela). Con parte de esta crema untamos los sobaos bañados y por encima espolvoreamos cacao amargo. Repetimos la operación con otra capa de sobaos bañados, sobre ellos el mascarpone y lo cubrimos bien de cacao amargo en polvo. Al frigo. Está mucho mejor de un día para otro.
Y ya que que me he puesto os paso la receta de la carbonara que, por cierto, no lleva ni nata ni york ni bacon. Los ingredientes pueden variar pero básicamente son estos: Un huevo por comensal, queso parmesano en polvo, panceta y el tipo de pasta que más os guste. Vamos allá: la panceta se corta en dados y se refríe en aceite de oliva hasta que suelte toda la grasa y quede un poco crujiente. Mientras se cuece la pasta batimos los huevos con el parmesano, unos 100 gramos de queso basta pero también es a gusto del consumidor, debe quedar una crema espesa que aligeramos con un poco de agua de la cocción. Escurrimos la pasta (nada de agua fía despues de cocerla) y en una sartén al fuego mínimo la vamos mezclando con la panceta y la mezcla de huevo. No debe cuajar del todo sino quedar cremoso. Que os aproveche!!!