miércoles, 24 de marzo de 2010

Contacto Físico

Me encanta el cine pero las veces que piso una sala de cine se pueden contar con los dedos de una mano. Veo las películas en soledad y absoluto silencio. A veces, las descargo o las compro y las guardo en mi carpeta de films a la espera de verlas en el momento adecuado. Anoche, y después de estar tres años metida en dicha carpeta, decidí ver Crash. No la de David Cronenberg, sino la última, la de Paul Haggis y ganadora del oscar 2006. A pesar de las insistencias de Andrea por ver la peli de Steven Seagal que ponía Retequattro (dios... cada día me recuerda más a mi padre...) me impuse.
Crash es una poesía audiovisual. Yo no diría que el hilo conductor es el racismo sino las falsas apariencias y el miedo.  Con un estilo narrativo similar al de films como Traffic o Babel, las vidas de varias personas se entrecruzan por espacio de 36 horas en la mega urbe de Los Angeles. Contar la película después de que se estrenó hace 4 años me parece absurdo, lo que me gustaría resaltar es ese "fluir" entre personas que (mal)conviven en un mismo espacio y al mismo tiempo. Esas acciones-reacciones-consecuencias en la que nos vemos envueltos cada día y de las que no somos conscientes. Las apariencias. Permitirnos creer que conocemos a la gente sin ni siquiera preguntarnos cómo viven o porqué actúan asi.... Y al final siempre emerge esa (a veces minúscula) capacidad de amar al prójimo, de ayudarnos los unos a los otros, de ponernos en el lugar de aquella persona que hasta hace dos segundos nos repugnaba.
El poli malo y racista que arriesga su vida por salvar la de una chica negra. El poli bueno y ético que asesina a un chico negro por miedo. El detective negro y honesto que descubre el cadáver de su hermano pequeño delincuente en una cuneta. El fiscal blanco y corrupto que trata de ganar las elecciones a procurador a costa del voto negro.... Estas y otras historias se mezclan brutalmente en una película limpia, atrevida y con final feliz. Acaso no podríamos escribir nosotros mismos un cuento similar si conociéramos lo que piensa o hace el vecino de enfrente, el pescadero, aquel chico con el que nos hemos tropezado en el metro o en el ascensor, o el sustentador de un político que llama a tu puerta para entregarte el programa electoral de SU candidatura?
Formamos un puzzle. Lo componemos y descomponemos cuando nos place. No actuamos en unidad, sino individualmente y de forma autocrítica. Sin objetivo común. Los prejuicios son absurdos pero todos tenemos alguno. Palabras, palabras y más palabras nos abordan desde la tele, desde la radio, desde otras bocas que te dicen esto y aquello.... Y al final... quien responde por ti sino tu mismo??? Pero, en verdad pensamos por nosotros mismos? Actuamos por nosotros mismos?
"Las personas en esta ciudad chocan (con los coches) en busca de contacto físico" Asi inicia Crash. Yo reconozco que el  humano no es de mis seres favoritos, pero sin mis amigos me volvería loca del todo... sin las risas y las peleas que tenemos continuamente. Sin los jolgorios que nos inventamos. Sin mi familia. La soledad y el miedo son dos enfermedades que nos llevan a todo lo demás: al racismo, a la hipocresía, a tener una visión equivocada del prójimo, a creernos únicos, a ser desconfiados, a encerrarnos, a llorar.... 
Hoy soy feliz. Me siento muy afortunada por no haber nacido en Los Angeles (ni en Irak), por tener tanta gente "normal" a mi alrededor, por estar en Roma, por volver a Sevilla, por tener un jardín sin flores, y un coche que no vale tres euros, porque mañana me reuno de nuevo con un montón de amigos a celebrar.. qué?? el estar juntos supongo. Porque mis "problemas" no son problemas, ni obstáculos, ni metas inalcanzables, porque aspiro simplemente a seguir disfrutando con vosotros, con cada uno de los que forman mi puzzle, en paz, sin miedos.




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